(21/11/17) Ya hace 40 días que los trabajadores de la planta Cidegas están de paro y tampoco tienen respuestas por parte de los propietarios, que ya acumulan una importante deuda de alrededor de 17 millones de pesos entre salarios, cargas sociales, ART y servicios. El gremio que los representa, Smata, ha organizado para este miércoles 22 a las 11 una multitudinaria movilización por las calles de la ciudad, teniendo el respaldo de los sindicatos que integran la Sexta Región. También habrá una audiencia en la Delegación Regional del Ministerio de Trabajo.
La paciencia se va agotando para los trabajadores de la planta Cidegas, ubicada en la calle Los Ciruelos del Parque Industrial 1, ya que por parte de los propietarios de esta empresa (que tiene capitales provenientes de República Checa) no hay ninguna respuesta y la deuda se va agigantando: debe casi 17 millones de pesos entre salarios impagos, cargas sociales, ART y servicios, ya que son cuatro las quincenas impagas y los mensualizados llevan poco más de dos meses sin poder cobrar. Es que la deuda que Cidegas tiene con la ART hace que los trabajadores no estén cubiertos en caso de un accidente y al ser una empresa de alto riesgo (producía tubos de gas natural comprimido) nadie se haría cargo de las consecuencias que podrían sufrir los obreros.
De tal manera, los casi cuarenta trabajadores de Cidegas, apoyados por el gremio que los nuclea, Smata, este miércoles realizarán una movilización que promete ser multitudinaria, ya que se espera que entre trescientos y cuatrocientos trabajadores provenientes de los sindicatos que integran la Sexta Región de Smata, más los gremios amigos de nuestra ciudad y grupos políticos locales se sumen para apoyarlos en esta movida que están realizando para hacerse escuchar.
Todos se reunirán a las 11 (seguramente llegarán antes, por supuesto) en la sede de Smata Olavarría, sita en Alsina 2631 (entre General Paz y Coronel Suárez) y de allí saldrán para recorrer las calles olavarrienses, más allá de que a las 11.30 se realizará una audiencia en la Delegación Regional del Ministerio de Trabajo, de la que participarán el secretario general de Smata Olavarría, Claudio Molina, acompañado por otros dirigentes, así como trabajadores de Cidegas, más el delegado regional Javier Orsi y un representante de Cidegas, que se supone que es el último gerente incorporado por los checos, Mauro Jesús Catalano.
A propósito de Catalano, aparentemente siempre tuvo contactos con los propietarios de Cidegas, que aún se encuentran en República Checa, y siempre prometió que iba a llegar una partida de dinero para hacer frente a las deudas y poder cancelarlas, pero todo quedó en promesas y los trabajadores siguen sin cobrar, además de que la empresa continúa acumulando una enorme deuda con los operarios y también con el estado. Y aquella promesa que hicieron hace unos meses los mismos propietarios de Cidegas, que llegaron desde República Checa y se plantaron ante los trabajadores en el sindicato mecánico, pidiendo colaboración por parte de sus empleados para salir adelante de la difícil situación, con la posibilidad de reconvertirla y producir otra cosa para paliar la crisis, jamás se cumplió.
Asimismo, es factible que en la audiencia esté presente Julio Valetutto, secretario de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Olavarría, ya que como dijo el intendente Ezequiel Galli, el funcionario se encuentra trabajando activamente desde un primer momento (más allá del petitorio que en mano se le entregó en el Palacio Municipal el 24 de octubre), por lo que de esta manera se suma otra pata a este conflicto que lleva ya mucho tiempo y no se ve un panorama claro que haga presagiar una solución inmediata.
La movilización promete ser multitudinaria ya que vendrán a Olavarría dirigentes que pertenecen a otros sindicatos de la Sexta Región de Smata. Llegarán desde Azul, Tandil, Trenque Lauquen, Tres Arroyos, Ju8nín, Bahía Blanca, La Pampa, Mar del Plata, Chascomús, Pergamino y Luján, por lo que si a ellos se les suman los gremios amigos de Smata que apoyarán en esta marcha, seguramente la cifra será superior a trescientas personas. Luego de dicha marcha y la audiencia, todos se trasladarán hacia el Parque Industrial para instalarse frente a la planta de la empresa Cidegas, aunque es factible que también realicen una pasada por la Municipalidad aunque esto dependerá de si el funcionario Julio Valetutto concurre a la audiencia y expone cuál es la gestión que se viene realizando desde el municipio para destrabar la situación y aportar alguna solución a este conflicto que no encuentra un camino de salida. (Nota publicada en Diario El Popular).
Claudio Molina: “Los trabajadores están pasando hambre”
Cuanto más se demora una solución, más riesgo corren los trabajadores de perder sus puestos de trabajo. “Hace unos días estábamos sin noticias de los empresarios y tampoco están jugando muy bien el Ministerio de Trabajo. Sólo recibimos un llamado de (subsecretario de Desarrollo Económico municipal) Julio Valetutto”. Desde la Ministerio de Trabajo aclararon que “se está trabajando mucho con el tema. Lo mismo dijo Julio Valetutto. El Ministerio divide en dos los problemas: primero, que el grupo económico prometió liberar los fondos, pero todavía no lo ha hecho. Se deben tener esos fondos para reconvertirla y pagar deudas. La otra traba es la deuda que la firma mantiene con la ART.
“Está teniendo una deuda y no la paga”, dijo una fuente ministerial. Y si no pagan, los trabajadores no tienen cobertura. En el Ministerio confían en que van a poder llegar a una solución, ya que si pueden reconstituir la cobertura por accidentes de trabajo pueden seguir operando, algo que los trabajadores ven muy difícil.
Esperan que el Municipio los ayude a destrabar el conflicto porque son casi 40 empleados que perderían sus puestos de trabajo. Pese a que hace trece años que opera en el PIO, los problemas que tiene la empresa Cidegas arrancaron hace tres. En el medio hubo dos nuevos socios, pero con una ruptura complicada. “Cuando se hicieron las auditorías contables salieron a la luz muchas cosas, habían sido tomado como tontos después de invertir ocho años. Eramos casi 60 trabajadores y hoy tenemos 40 -dijo oportunamente Claudio Molina-. Los socios nuevos no están más. Se hizo un acuerdo y también un convenio de pago, pero lo incumplieron. Investigamos a este grupo inversor y al parecer estarían acostumbrados a vaciar empresas y volverlas a comprar. Cuando ya no tienen rentabilidad, las cierran directamente, aunque a algunas las reconvierten”.
El secretario general de Smata afirmó que “habían nombrado a un presidente pero no tiene idea de nada. Nos dicen que vamos a recibir ayuda económica, pero no hemos recibido nada. El nuevo presidente está diciendo que nos juntemos y armemos una cooperativa. Cada vez hay más pasivo y no le vemos otro destino que no sea el de la quiebra. Los trabajadores están pasando hambre, no pueden pagar los servicios y gracias a Dios por ser nosotros un gremio solidario, pudimos cubrir algunas necesidades de las que están pasando los trabajadores. Pero la situación es insostenible”, concluyó el máximo dirigente sindical de Smata Olavarría.
