Víctor Murabito, ejemplo de esfuerzo para superarse, capacitarse y dar un paso más

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(11/3/21) Víctor Hugo Andrés Murabito (36) es uno de los ejemplos de superación, de mirar un poco más lejos para continuar formándose profesionalmente más allá de su trabajo que realiza diariamente en la VTV (Verificación Técnica Vehicular), ya que acaba de recibirse –más precisamente el 3 de marzo de 2021- de técnico superior en higiene y seguridad laboral.

Costó un enorme sacrificio durante cuatro años. Pero lo que cuesta vale. Y tiene otro sabor, otra forma de disfrutar cuando se llega al objetivo, por en el medio hay un sinfín de obstáculos que fue superando. Además del horario de trabajo, detrás hay una familia para atender y es ahí donde los fuertes cimientos de la familia precisamente son los que ayudan a emprender un nuevo camino para ser cada día mejores en lo profesional.

Y también ser buena persona y buen compañero hace que los integrantes del grupo de trabajo salgan a respaldar a quien quiere dar un paso más adelante, y lo bancaron también. A pleno. De alguna manera, es un título compartido por ese contexto, pero es nada más que de él, el protagonista de esta historia, “Mura” Murabito, que fue quien un día decidió capacitarse, superarse y dar un paso más al frente en la vida. Inclusive desde el gremio, SMATA Olavarría, donde siempre estuvo involucrado como delegado desde hace tiempo, también lo impulsaron a crecer. Pero es mejor que él cuenta la historia:

“Me recibí de técnico superior en higiene y seguridad laboral en el Instituto 130 que funciona en la ex Escuela Normal. La carrera tiene una duración de tres años, pero la hice en cuatro porque se me complicó con dos materias que tuve que recursar. En la VTV trabajaba de 8 a 12 y 13 a 17 y entraba a cursar a las 18 horas, hasta las 22.30, de lunes a viernes” dice en un alto de su trabajo, mientras paró para almorzar en la planta ubicada en la Avenida Circunvalación.

¿Por qué decidiste estudiar y capacitarte, cómo fue la decisión?

Una vez fuimos a un seminario de seguridad e higiene de SMATA, en Cañuelas, junto con Claudio Molina. Allí se habló mucho de lo que es la seguridad en las fábricas terminales de automotores, pero no se tocaba mucho el tema en lo que era seguridad e higiene en el interior porque no se podían distribuir en tantos lugares en un territorio tan grande. Entonces surgió la posibilidad de descentralizar el tema de seguridad e higiene desde Capital Federal hacia el interior, y ahí me propuso Claudio para hacer la tecnicatura. Si quería y me comprometía, por lo que le respondí que sí y ahí arranqué.

¿De cara al futuro, en el trabajo o en el gremio, cómo vas a aplicar y utilizar el título?

El título tiene su valor en el recibo de sueldo del trabajo, obviamente. Pero por el momento va a continuar con la licenciatura que es el otro objetivo que tengo a nivel personal. Es un año y medio más de estudio, a distancia en La Plata, a través de Internet. Y para aplicar en lo profesional va a estar bueno para trabajar en inspecciones con el gremio, ya para tener una visión profesional de seguridad e higiene, y también teniendo la temática de lo que es ser un trabajador mecánico. En lo laboral, personal, en la VTV, es una medallita más para el legajo. Y veremos cómo haré para desarrollarme personalmente y hacer algún tipo de emprendimiento en forma privada.

Seguramente hay mucha gente para agradecerle por el apoyo que te brindó…

Seguro que sí!. A mucha gente. A los compañeros de la VTV que me bancaron cuando tuve que faltar algunos días para poder estudiar. Pusieron el hombro por mí en varias situaciones debido a mi inasistencia y también debo agradecer a Claudio Molina y al gremio por brindarme la iniciativa de estudiar esta carrera. Por supuesto, un agradecimiento muy especial a la familia que es pilar importante y me bancó durante cuatro años con los horarios que tenía, porque además del trabajo una carrera así, que es terciaria, demanda otra carga horaria. Por eso va mi agradecimiento a mi esposa Teresita Velázquez (32) y a mis hijos Emilio (10) y Guadalupe (2), a mi hermana (Valeria Murabito) que me ayudó en la preparación de algunas materias como física y química, a mi viejo (Hugo) por insistirme en no dejar la carrera en ningún momento y a mi suegra (Alicia Kessler) que me apoyó permanentemente. Ellos, todos, son parte de mi felicidad por lograr este paso hacia adelante que costó mucho esfuerzo. Pero valió la pena.

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